El arte de dibujar una buena polla.

Desde tiempos ancestrales, los hombres han buscado incesantemente transmitir sus emociones a sus congéneres mediante el arte: Pinturas, esculturas, canciones o bailes han formado parte de la raza humana desde que se tiene conocimiento. En todas estas representaciones, siempre ha existido un patrón común; un símbolo único que ha clamado por la libertad de expresión desde decenas de miles de años atrás: El cipote.

Las representaciones de minga más antiguas que se conocen hasta el momento datan del pleistoceno inferior, donde se encontraron ejemplares de trazo cavernario realizadas por nuestros antepasados Australopithecus africanus hace cerca de dos millones de años.

Cipotes del pleistoceno, Cuevas de Chingola (Zambia)

Se cree que durante toda la evolución del hombre las representaciones de penes simbolizaban el poder de la deidad reproductora en la tierra. Probablemente se dibujaban en cualquier tipo de superficie, ya fuesen paredes, herramientas o árboles, buscando que los dioses proveyeran de fertilidad a los autores.

Cerca de las cuevas de Chingola de Zambia, fué hayado un cráneo de gorila con una polla tallada en el el hueso frontal.

Ejecución de cipote clásico sobre pared

Como modelo de polla clásica he querido seguir las pautas de Aristóteles, gran filósofo griego cuyo estudio sobre el trazo de los cojones, aun siendo censurado durante casi mil años por la iglesia católica, ha perdurado hasta nuestros días.

Para realizar la obra te recomiendo que utilices un espray de pintura acrílica como éste.

  • Haz el primer cojón. Intenta empezar con un círculo que corresponda al huevo izquierdo. Relájate, no te preocupes si no queda perfecto, ésto le dará un toque mucho más realista.
  • Haz el segundo cojón. Procura coger el testículo izquierdo como referencia y ejecuta el trazo aumentándo un 20% el tamaño del huevo anterior. Como bien sabes, el cojón derecho siempre es más voluminoso que el izquierdo.
  • Espláyate dibujando la polla, no seas tímido. Debes intentar lograr equilibrio en la proporción polla-huevos, para ello evita que la longitud del ciruelo sea más de doce veces el tamaño del huevo izquierdo, y que el grosor no pase de dos veces el cojón derecho.
  • La parte más importante para finalizar el dibujo: El glande. Recuerda que una polla clásica no puede llevar pellejo.
Cipote Romano, esculpido en piedra por Falóclines, de la escuela Aristotélica. Siglo III A.C.